Ayer martes se llevó a cabo la segunda función del cineclub en la cual disfrutamos de "Los siete samurais", la extraordinaria película de Akira Kurosawa. Un poquito desvelados, puesto que el filme dura algo más de tres horas, pero muy contentos de haber disfrutado de esta joya cinematográfica, disfrutamos de sabrosos canapés y vino blanco al tiempo que surgieron algunos comentarios de la película.
Uno de ellos, que en lo personal me pareció muy interesante, fue el que Akira Kurosawa repartió el vestuario entre los actores unas semanas antes de comenzar a rodar, con el objeto de que al usarlos diariamente, los ropajes se vieran desgastados y ajados como en la realidad del filme, además de la doble intención de que los personajes se adentraran, íntimamente, en su papel.
Algo de lo que también caí en cuenta mientras veía la película y es un detalle curioso, es que Toshiro Mifune filmó en México la película "Ánimas Trujano" en 1961, bajo la dirección de Ismael Rodríguez, aquel director mexicano de la Época de Oro del cine nacional, famoso por producciones como Nosotros los pobres (1947), Ustedes los ricos (1948) y La oveja negra (1949) –las tres con Pedro Infante– y La Cucaracha (1958), con María Félix.
Rodriguez, también llamado el cineasta del pueblo mexicano, se dio el lujo de "importar" al actor japonés, quien en esa época comenzaba a gozar de fama internacional. Ánimas Trujano trata de un indígena oaxaqueño que quiere ser mayordomo de las fiestas de su pueblo. Dejo aquí, para todos los amigos cinéfilos, un pedacito de la actuación de Mifune, doblado por Narciso Busquets. Es interesante ver al actor japonés personalizado como oaxaqueño, como un oaxaqueño samurai...
Nota: advierto que el sonido no es nada bueno.
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